+ Oscar Roberto
Domínguez Couttolenc. M.G.
Por la Gracia de
Dios y de la Santa Sede
Obispo de Ecatepec
MENSAJE DE AÑO NUEVO 2013
Saludo
con afecto a todos mis hermanos Sacerdotes, Religiosos, Religiosas,
Seminaristas y a todo el Pueblo de Dios que
peregrina en esta Diócesis de Ecatepec.
Todos
sabemos que el “tiempo” pasa y es una forma de medir, y es en el “tiempo”, bajo
esta medida convencional para todo ser humano, donde nos encontramos realizando
nuestra existencia que nos ha dado nuestro Creador, Dios y Señor de la historia.
No
cabe duda que toda persona tiene conciencia de que su vida transcurre en el
“tiempo”. Ahora estamos viviendo un momento importante en nuestro tiempo,
estamos despidiendo el “tiempo” que hemos vivido en el año 2012 y estamos
acogiendo con fe y esperanza el nuevo “tiempo” que nos brinda el año 2013.
Es entonces momento como creyentes de darle gracias a Dios, por todos los dones que hemos recibido durante el tiempo terminado del año 2012, un año donde hemos recibido gracias y bendiciones tanto personales como comunitarias.
Es entonces momento como creyentes de darle gracias a Dios, por todos los dones que hemos recibido durante el tiempo terminado del año 2012, un año donde hemos recibido gracias y bendiciones tanto personales como comunitarias.
Como
Iglesia le damos gracias a Dios por haber inspirado al Santo Padre Benedicto
XVI en convocarnos al “Año de la Fe”, y como Iglesia que peregrina en esta
Diócesis de Ecatepec, por haberme llamado a mí indigno siervo suyo, a pastorear
su Rebaño.
Como
Sociedad Civil, le damos gracias a Dios por haber elegido el Pueblo nuevas
autoridades en los niveles de gobierno, esto como creyentes debemos de leerlo
como una oportunidad más que Dios brinda a su Pueblo, que nos lanza a vivir un
camino de esperanza para la edificación de una sociedad más justa, alejada de
los problemas que enfrentamos en la inseguridad, el desempleo, las pocas
oportunidades de salud, etc.
Frente
a este nuevo año 2013 que comienza, podemos tener la plena confianza de que
Dios está con nosotros, les recuerdo las palabras del Beato Juan Pablo II, que
nos invitan a “recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente
y a abrirnos con confianza al futuro”. (NMI 1)
Como les escribí en
el mensaje de Navidad, “no dejemos de dirigir la mirada hacia Jesús, puerta y
fundamento de nuestra fe”, y en este nuevo año que comienza, les invito nuevamente
a “fijar la mirada en Él”, para esto
podemos inspirarnos en el ejemplo de vida de
nuestra Madre Santa María, discípula misionera, ya que “es ella quien brilla
ante nuestros ojos como imagen acabada y fidelísima del seguimiento de Cristo”
(DA 270), y contemplar a los Pastores que en Belén, que con sencillez y humildad
de corazón tuvieron su encuentro con el “Sol que nace de lo alto” (Cfr. Lc
1,78)
El modelo de Santa María Virgen nos impulsa a “guardar todas las cosas en nuestro corazón” (Cfr. Lc 2,19), nuestra Madre Santísima es capaz de acoger la Palabra de Dios en los acontecimientos de su vida, es la Mujer de la escucha, la esperanza y la paz
El modelo de Santa María Virgen nos impulsa a “guardar todas las cosas en nuestro corazón” (Cfr. Lc 2,19), nuestra Madre Santísima es capaz de acoger la Palabra de Dios en los acontecimientos de su vida, es la Mujer de la escucha, la esperanza y la paz
Así
que nosotros, como discípulos misioneros del Señor estamos convocados a que
durante este año que comienza, sigamos el ejemplo de Santa María y hagamos de
la Sagrada Escritura nuestro alimento, ese “manjar que da la Vida”, ya lo dice
Su Santidad Benedicto XVI, en este Año de la Fe: “Debemos descubrir de nuevo el
gusto de alimentarnos con la Palabra de Dios, transmitida fielmente por la
Iglesia”. (Porta Fidei 3) Es en la meditación frecuente de la Palabra de Dios, donde
se descubre, la voluntad de Dios para nuestra vida, y podemos hacerlo todos los
días de este nuevo año que comienza.
Además
podemos aprender mucho de la sencillez de los Pastores de Belén, cuando “dirigen su mirada hacia Jesús recién nacido”,
por el anuncio del Ángel; nos dice la Palabra de Dios que “volvieron a sus
campos, alabando y glorificando a Dios, por todo lo que habían visto y oído”
(Lc 2,20). Ellos no se apropiaron para sí mismos esta experiencia de “Dios con nosotros”,
sino que la compartieron causando admiración entre quienes la acogieron.
Con
esta actitud nos muestran los Pastores de Belén, que la fe es para compartirla,
transmitirla como nos recuerda el mismo Papa Benedicto XVI: “La fe, en efecto,
crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica
como experiencia de gracia y gozo”. (Porta Fidei 4). Busquemos cada día de este
nuevo año, vivir la experiencia de la fe con los demás en la gracia y el gozo
que da vivirla y transmitirla.
xhorto
a cada Parroquia y comunidad muy especialmente en este “Año de la Fe”, a caminar en la Misión Evangelizadora de la
Iglesia, a la que todos los bautizados estamos llamados a participar, e invito
a que cada hogar, sea la comunidad de vida y de amor a la que está llamado (FC
50) y que cada uno de nosotros trabaje por la paz, para ser llamados con
propiedad “Hijos de Dios” (Cfr. Mt 5,9).
Hermanos y hermanas
de esta amada Diócesis de Ecatepec, pido a Dios por la intercesión de Santa María Virgen, llene de abundantes bendiciones espirituales y
materiales a cada uno de ustedes en este nuevo año 2013, y les aseguro en
Cristo Misionero, mi oración, amistad y bendición.
¡Felicidades!
+ Oscar Roberto Domínguez Couttolenc.
M.G.
Obispo de Ecatepec
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