¿Legalización de la marihuana?
Los Obispos Latinoamericanos han orientado
las siguientes acciones para evitar la pandemia de la droga: prevención,
acompañamiento y sostén de las políticas gubernamentales para reprimirla.
(DA 422). Antes de pensar en la legalización de la marihuana, debemos
reflexionar que esfuerzos hemos hecho por prevenir las adicciones: en el ramo
de la educación, en la familia y en las escuelas y sociedad en general. ¿Hemos hecho la suficiente labor?
En la Iglesia
sacerdotes, religiosos y laicos, estamos llamados a reforzar la catequesis infantil, la pastoral familiar y de jóvenes. En el acompañar, a los que han caído en la
drogadicción, no olvidemos que deben ser tratados en su dignidad de personas e
hijos de Dios, acompañándolos a recuperar sus valores y vencer la enfermedad. Es ilusorio pensar que se entra y sale
fácilmente de la drogadicción, ya que se requieren esfuerzos
significativos, tanto personales, como familiares, sociales y gubernamentales
para la recuperación de los adictos y su reinserción en la sociedad.
La Iglesia
valora y alienta a todas las instituciones religiosas y de la sociedad civil
que ayudan a esta labor de rehabilitación. Respecto al sostén de políticas que
enfrenten el problema y lo repriman, se debe considerar que no se busca
reprimir al afectado por la drogadicción, sino a los mercaderes de la muerte
que están en el narcotráfico.
La legalización de la marihuana no quita el
problema, es más puede ser más costoso para la
sociedad, ya que se presenta como válido su consumo y se ofrece una salida más
fácil para caer en la adicción. Cito al Papa Francisco en su reciente visita a
Brasil: “No es la liberalización del consumo de drogas, como se está
discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la
propagación y la influencia de la dependencia química. Es preciso afrontar los
problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia,
educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando
a los necesitados y dando esperanza en el futuro. Todos tenemos necesidad de
mirar al otro con los ojos de amor de Cristo, aprender a abrazar a aquellos que
están en necesidad, para expresar cercanía, afecto, amor”. (Visita al hospital
san Francisco de Asís de la Providencia,
24 de julio de 2013)
___________________________________________________________________
Mons. Luis Martínez Flores
Párroco
No hay comentarios:
Publicar un comentario