sábado, 10 de agosto de 2013

CÁPSULA DE LITURGIA ¿LEGALIZACIÓN DE LA MARIHUANA?

¿Legalización de la marihuana?

Los Obispos Latinoamericanos han orientado las siguientes acciones para evitar la pandemia de la droga: prevención, acompañamiento y sostén de las políticas gubernamentales para reprimirla. (DA 422). Antes de pensar en la legalización de la marihuana, debemos reflexionar que esfuerzos hemos hecho por prevenir las adicciones: en el ramo de la educación, en la familia y en las escuelas y sociedad en general. ¿Hemos hecho la suficiente labor?
En la Iglesia sacerdotes, religiosos y laicos, estamos llamados a reforzar la catequesis infantil, la pastoral familiar y de jóvenes.  En el acompañar, a los que han caído en la drogadicción, no olvidemos que deben ser tratados en su dignidad de personas e hijos de Dios, acompañándolos a recuperar sus valores y vencer la enfermedad. Es ilusorio pensar que se entra y sale fácilmente de la drogadicción, ya que se requieren esfuerzos significativos, tanto personales, como familiares, sociales y gubernamentales para la recuperación de los adictos y su reinserción en la sociedad.
La Iglesia valora y alienta a todas las instituciones religiosas y de la sociedad civil que ayudan a esta labor de rehabilitación. Respecto al sostén de políticas que enfrenten el problema y lo repriman, se debe considerar que no se busca reprimir al afectado por la drogadicción, sino a los mercaderes de la muerte que están en el narcotráfico.
La legalización de la marihuana no quita el problema, es más puede ser más costoso para la sociedad, ya que se presenta como válido su consumo y se ofrece una salida más fácil para caer en la adicción. Cito al Papa Francisco en su reciente visita a Brasil: “No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química. Es preciso afrontar los problemas que están a la base de su uso, promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida común, acompañando a los necesitados y dando esperanza en el futuro. Todos tenemos necesidad de mirar al otro con los ojos de amor de Cristo, aprender a abrazar a aquellos que están en necesidad, para expresar cercanía, afecto, amor”. (Visita al hospital san Francisco de Asís de la Providencia,  24 de julio de 2013)
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Mons. Luis Martínez Flores

Párroco

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