miércoles, 25 de diciembre de 2013

COMUNICADO DE NUESTRO SR. OBISPO

 
+ Oscar Roberto Domínguez Couttolenc. M. G.

Por la Gracia de Dios y de la Santa Sede

Obispo de Ecatepec

Comunicado 012/2013

“No hay Navidad sin Cristo”

A mis hermanos sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas, seminaristas y a todo el pueblo de Dios que peregrina en esta Diócesis de Ecatepec: les saludo deseándoles que en esta Navidad Jesús, le colme de paz en su corazón.

La Iglesia en la Navidad proclama con alegría: ¡ha nacido para nosotros el Salvador!. Esta proclamación nos llena de felicidad, ánimo y esperanza, pero también nos confronta ante una profunda necesidad de intimidad y paz. Nuestros templos y casas durante este tiempo se encuentran adornados con el pesebre y del árbol de la Navidad. El pesebre nos convoca a contemplar a Jesús, quien se anonadó así mismo, para hacerse pobre movido por el amor, y el árbol de Navidad con sus adornos, nos recuerda que con el nacimiento de Jesús florece de nuevo el árbol de la vida. Así que el pesebre y el árbol son signos magníficos, que transmiten el verdadero sentido de la Navidad.

En este tiempo en que celebramos el nacimiento de nuestro Salvador, debemos preparar un pesebre digno para su llegada, la ternura de este niño tiene que convertir nuestro corazón y por lo tanto, dejar que guíe nuestra persona, en esto consiste la verdadera celebración de la Navidad.

“Les anuncio una gran alegría… hoy, en la ciudad de David les ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor” (Lc 2, 10-11) estas son las palabras que el ángel expresa a cada uno de nosotros, como invitación para acoger al Salvador en nuestras casas, trabajos y acciones diarias, así al contemplar la grandeza de Dios en un pequeño niño nos mueve a adorarlo, reconocerlo y aceptarlo en nuestra historia personal, como el único que puede obrar en nuestro interior, es por eso que la mejor morada que podemos ofrecer al Niño Jesús, es el pesebre de nuestro corazón.

Vayamos al encuentro de este niño en la gruta de Belén, vayamos a adorarlo y alegrémonos con Santa María, por el nacimiento del amor entre nosotros y por la paz que su llegada nos trae.

En Cristo Misionero le aseguro mi oración, amistad, bendición y les deseo que tengan una feliz Navidad y un buen año 2014.

+ Oscar Roberto Domínguez Couttolenc. M.G.

Obispo de Ecatepec.

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