domingo, 17 de marzo de 2013

MENSAJE DE NUESTRO SR. OBISPO


+Óscar Roberto Domínguez Couttolenc. M.G.
Por la Gracia de Dios y de la Santa Sede
Obispo de Ecatepec

Comunicado 004/2013

MENSAJE A LA DIÓCESIS DE ECATEPEC
CON MOTIVO DE LA ELECCION DE SU SANTIDAD FRANCISCO

El día 13 de Marzo a las 12:05 tiempo de México, apareció el humo blanco de la chimenea de la Capilla Sixtina, ante este signo todo mundo esperó con gran interés al nuevo Romano Pontífice. Durante los siguientes minutos toda la atención se volcó hacia el balcón central de la Basílica de San Pedro, queriendo escuchar las palabras “Habemus Papam”. Cuando se vio el movimiento de las cortinas del balcón poco después de la 13,30 hrs., sabíamos que conoceríamos  al Papa 266 de la historia de la Iglesia. La alegría fue desbordante al saber que el elegido Papa era el cardenal Jorge Mario Bergoglio, de 76 años, originario de Latinoamérica, del “continente de la esperanza”, de las tierras donde impera el sol, en Buenos Aires Argentina. El Santo Padre había elegido el nombre de Francisco.

Ante un acontecimiento de tal magnitud, la Iglesia proclama la perenne e inmutable fuerza de la Palabra de Dios: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella” (Mt 11,25). Hoy podemos ver como la acción del Espíritu Santo se sigue manifestando en nuestros días y de una manera muy singular en la elección del Santo Padre.
Muchos medios de comunicación masiva en nuestro país y en el orbe entero acapararon la atención de este evento histórico; en  las redes sociales como Facebook y Twitter, se emitieron más de siete millones de mensajes cortos respecto a la elección del Su Santidad Francisco.  Sin embargo, nosotros como católicos debemos estar alertas ante las comunicaciones, ya que  muchas veces las notas son hechas con irresponsabilidad, otras veces con imparcialidad y por desgracia, en no pocas ocasiones con el afán de atacar en este caso a la Iglesia. Ejemplo de esto, es lo mucho que se dijo antes del “conclave”; se habló de divisiones internas, de la participación de cardenales inmiscuidos con protección a pederastas, lavado de dinero,  etc., también hubo muchas voces de lo que el nuevo Papa “debe de cambiar”: el acceso al sacerdocio por las mujeres, aceptación de las uniones conyugales, la anticoncepción, el aborto, que se presentan como “retos” de una Iglesia que debe “emparentar” con el mundo actual, ante el peligro de desaparecer o perder muchos de sus “fieles”.

Por nuestra parte, como Iglesia vivimos  con fe, esperanza y caridad la presencia de Dios en este momento relevante de la historia de nuestra Salvación. Lo que contemplaron nuestros ojos, fue una elección donde la oración de toda la Iglesia fue muy importante. Fue un cónclave más corto de lo que se esperaba y donde se manifestó la Catolicidad de la Iglesia, al ser electo un Latinoamericano como Vicario de Cristo. La buena impresión que causó el Papa Francisco, no fue solo por ser el primer Santo Padre de nuestro continente, sino por irradiar humildad y sencillez; quedó en nuestros corazones la oración que dirigió con gratitud y hermandad por su antecesor emérito Benedicto XVI y  la petición de nuestra oración inclinándose con devoción en un momento de silencio antes de impartirnos su bendición. Emanaba en su mirada paz y confianza: No llevaba la muceta roja, ni una cruz pectoral ostentosa, sino una cruz muy sencilla de madera y bronce. Al elegir el nombre de Francisco, inmediatamente vino a nuestra mente el recuerdo de San Francisco de Asís con su extraordinaria espiritualidad y pobreza evangélicas. Nos invitó a orar por todo el mundo para hacer una gran fraternidad emprendiendo un camino de confianza entre nosotros.
En nuestra Iglesia de Ecatepec, manifestamos nuestro amor, obediencia, respeto y fidelidad al Santo Padre Francisco y experimentamos una gran alegría y esperanza ante su elección. Nos impulsa además con renovadas fuerzas  al compromiso de la “Nueva Evangelización”. Como su Obispo hago eco del llamado del Santo Padre Francisco en su primera homilía ante los cardenales el día 14 de Marzo, cuyo mensaje es para todos nosotros una invitación a caminar siempre en la presencia del Señor, a edificar la Iglesia esposa de Cristo sobre la piedra angular que es el mismo Señor, y  confesar a Cristo con la Cruz para ser verdaderos discípulos del Señor.  
La elección del Sucesor de Pedro nos ha dejado un ejemplo de “humildad, sencillez y servicio”, por eso, nosotros en nuestra realidad nacional, estatal, municipal y local; debemos buscar esos valores en particular cuando haya elecciones a cargos de representación popular. En nuestro municipio se realizará la elección de los consejos de participación ciudadana, delegados y subdelegados, el día 24 de Marzo, por ello invito a todos los católicos y hombres y mujeres de buena voluntad no perder de vista la “humildad, sencillez y servicio” que nos lleven a realizar entre nosotros el llamado del Santo Padre a hacer posible la fraternidad trabajando el uno por el otro construyendo un mundo de paz.
Los convoco a elevar nuestras oraciones al Señor que “está con nosotros todos los días hasta el fin del mundo”, (Cfr. Mt 28,19) para que sostenga a nuestro Papa Francisco, y a encomendarlo al amparo y protección de nuestra Madre la Virgen de Guadalupe, para que su ministerio sea fecundo para la Gloria de Dios y edificación de su Reino.
Dado en la oficina de Gobierno Pastoral a los catorce días del mes de marzo del año de la Fe 2013.
En Cristo misionero, les aseguro mi oración, amistad y cariño.

+Óscar Roberto Domínguez Couttolenc. M.G.
Obispo de Ecatepec




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